Mi primer viaje a Oaxaca

 

Era diciembre de 1956 y yo tenía 8 años cumplidos cuando mis padres y sus primeros cuatro hijos hicimos un viaje desde el entonces Distrito Federal en un vagón de segunda clase del antiguo tren con dos máquinas de vapor: llegamos a San Pedro y San Pablo Etla muy de mañana del día 22; ahí pernoctamos en casa de mi tía Natalia Ramírez quien era propietaria de unos baños públicos detrás de los arcos. A las cinco horas de la mañana del día siguiente a mi hermana María del Rosario, de cuatro años y a mí nos colocaron en dos tenates a los lados del lomo de un burro, a mi hermana Ana María Guadalupe de tres años, también en un tenate en otro asno y a un Niño Dios de cerámica fina, de tamaño natural lo colocaron con sumo cuidado del otro lado de este animal. Mi madre montó una yegua cuya rienda fue encargada a uno de mis tíos y mi Papá cabalgó sobre un caballo, también apoyado por otro tío, llevando en sus brazos a mi hermano José Elías Fernando de 10 meses de nacido. Después del mediodía almorzamos en la agencia de La Guacamaya y cenamos y dormimos en dos cabañas de madera con sendas fogatas a los lados, bajo el intenso frío de la montaña en un lugar conocido como “Rancho Obispo”; después del almuerzo, la mañana del 24 de diciembre reiniciamos la marcha hacia nuestro destino final: el municipio de Teococuilco de Marcos Pérez a donde llegamos alrededor de las tres de la tarde. Casi toda la población nos esperaba a la entrada del pueblo y con cohetones y la música que tocaba la banda de la localidad recorrimos la pedregosa calle principal hasta introducirnos al templo del santo patrono, San Pedro, donde un sacerdote recibió en prenda al Niño Dios que mis padres donaron para cumplir una manda. Desde ese día y hasta la fecha, hace 68 años, todavía se haya colocado en su nicho y es venerado por los habitantes del lugar.




Nota aclaratoria: Texto no publicado en prensa escrita alguna. Resulta ser un resumen de un artículo publicado en el periódico Noticias de la ciudad de Oaxaca hace algunos años.





















 



 

 

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