Medicina Aeroespacial

 Desde los tiempos más remotos la especie humana ha vuelto su mirada hacia el universo en la oscuridad, impresionado de la enorme cantidad de astros que se encuentran alrededor de nuestro planeta; por supuesto que la Luna y el Sol siempre han ocupado un lugar preferencial al grado tal que en casi todas las culturas antiguas de hace milenios se les llegó a adorar e incluso se les dio categoría de dioses; a la vez, al observar el vuelo de las aves también despertó la idea de hacer lo propio llegando al grado de colocar alas en la espalda a los que llamó ángeles, lo que por cierto es una aberración porque estos últimos conservan ambas extremidades superiores al igual que todos sus coterráneos y también porque dado el peso corporal de tan extrañas criaturas el tamaño de sus alas harían imposible despegar del suelo para dirigirse al espacio; de ahí que a lo largo de los siglos nunca faltaron los idealistas, aventureros y hasta “chiflados” que colocándose artefactos que emularan alas tuvieron toda suerte de accidentes y no pocos encontraron la muerte al arrojarse desde la cima de las montañas o simplemente desde lo alto de diferentes inmuebles. Sin embargo hubo mentes con una inteligencia tal que se adelantaron a su tiempo como Leonardo da Vinci, que en el siglo XVI esbozó el diseño de una máquina voladora a la que denominó ornitóptero; aunque el momento de comenzar a vencer la fuerza de gravedad de nuestro planeta comenzó con la invención del globo aerostático, y qué mejor ejemplo lo tenemos con los hermanos Montgolfier al volar en su globo el cuatro de junio de 1783; más tarde, el francés Julio Verne con su novela “De la Tierra a la Luna” publicada en 1865, causó una gran conmoción entre sus lectores.

Un momento cumbre en la historia de la navegación aérea llegó por fin con los hermanos Wright, Wilbur y Orville, casi al amanecer del siglo XX (1903), cuando lograron la hazaña de vencer la gravedad terrestre con su pequeño avión biplano al que llamaron Flyer (“volador”). De ahí en adelante la humanidad dio saltos espectaculares en la aeronavegación contándose por cientos las hazañas de extraordinarios y valientes pilotos como Charles Lindbergh, hasta que llegó el anhelado instante de colocar en órbita alrededor de la Tierra a un ser vivo, a Laika, una perrita rusa, el tres de noviembre de 1957 y luego a dos seres humanos: Yuri Gagarin (ruso) el 12 de abril de 1961, y casi enseguida, el cinco de mayo de ese año, a Alan Shepard (norteamericano). Así llegó el día en que se hizo realidad la novela de Julio Verne, cuando tres astronautas de los Estados Unidos de América lograron aterrizar en la Luna en el vuelo No. 11 del Proyecto Apolo; eso ocurrió el 20 de julio de 1969: se inmortalizaron entonces Neil Armstrong (comandante del vuelo espacial), Michael Collins, y Edwin Aldrin. Trascendente fue en los siguientes años que se colocara en órbita la llamada Estación Espacial, la que hasta la fecha ha servido para múltiples experimentos con astronautas de distintas nacionalidades, en espera de iniciar, por fin el ambicioso proyecto de visitar los astros de nuestra galaxia, comenzando con Marte, el llamado “planeta rojo”.

A ese mundo de la navegación aeroespacial se ha incorporado una oaxaqueña, nacida en San Bartolo Coyotepec, municipio de los Valles Centrales. Se trata de Mónica Ortiz Álvarez, Licenciada en Derecho por la UABJO y Licenciada en Astronomía por la Universidad de Edimburgo, Escocia, a quien Israel García Reyes, colaborador de NV Noticias, le dedicó un excelente reportaje el pasado 12 de octubre en el que dio a conocer detalles de la magnífica trayectoria de la joven de tan solo 26 años de edad, quien tiene un nombramiento de Educadora en la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio, NASA, además de fungir como Embajadora de la Estación Espacial Internacional y Comandanta de la Primera Misión Latinoamericana Análoga de Marte en España.

Por ello, fue una excelente decisión de parte de la mesa directiva de la SOSP haberla incluida como conferencista en su 60 Aniversario el pasado 27 de septiembre, en donde disertó brillantemente con el tema: “Medicina Aeroespacial y Desarrollo Tecnológico en el Espacio”. Su futuro luce muy prometedor y es un ejemplo para nuestra juventud.