"Holocausto y la solución final"

 En el 2025 se cumplen ocho décadas del fin de la Segunda Guerra Mundial, cuando el emperador Hirohito de Japón, se convenció de que era inútil la férrea resistencia que su país había adoptado y dos ciudades importantes de su país prácticamente fueron destruidas en el mes de agosto con dos bombas atómicas: Hiroshima y Nagasaki, que mataron aproximadamente a 200,000 habitantes entre ambas. “Es una lección histórica que no hemos aprendido aún, y entre tanto no lo hagamos se repetirá una y otra vez. Siempre depende de la mentalidad de un loco genio, un ambiente cruel, un megalómano histérico, un dictador enfermo o un mesías retorcido. El mensaje es claro. La historia se repite de diferentes maneras una y otra vez” (Jorge Magos en su libro: “Adolf Hitler. Más allá de las sombras”. Edit. Mirlo. Págs. 393-394. 2023).

Ejemplos sobran a partir del término de semejante conflagración mundial, con personajes como Joseph Stalin, Mao Tsé Tung, Idí Amín Dada, Francisco Franco, Muamar el Gadafi, Nicolae Ceausescu, Osama Bin Laden, Fidel Castro Ruz, Augusto Pinochet, Daniel Ortega, Hugo Chávez, Nicolás Maduro, Ismail Haniya y ahora Nahya Sinwuar, Benjamín Netanyahu, y otros sátrapas que gobiernan en sus países desde hace décadas, como Aleksandr Lukashenko en Bielorusia, y en los continentes asiático y africano. Ahora mismo, Vladimir Putin, presidente de la Federación de Rusia desde el 2012 que ha invadido Ucrania desde el 24 de febrero del 2022 y Netanyahu que tiene la mente puesta en el exterminio total de los palestinos en la franja de Gaza, son los carniceros protagonistas de verdaderos baños de sangre cuyas víctimas no son tan solo niños, mujeres y ancianos, sino todos, los que son lesionados o mueren por los salvajes ataques por cielo y tierra. Agrego aquí también a los siniestros Benito Mussolini e Hirohito, líderes de los países del llamado “Eje” que enfrentaron a las fuerzas aliadas en convenio con Hitler, el llamado Belial de Braunau, megalómano y psicópata con una ambición desenfrenada de poder.

Así consta en la historia; basta con revisar cualquier pasaje en la evolución de la especie humana. “En el caso de Adolf Hitler no deja de ser así aunque en un grado superlativo, y como él, los personajes importantes de la historia siempre están rodeados de rémoras complacientes, serviles y útiles con tan solo levantar la ceja y hacer un movimiento con la mano. Son los más peligrosos para las personas a su alrededor, son sanguinarios y feroces cuando ven amenazada la permanencia del objeto de su amo o de la suya propia. Son hábiles con la lengua y eficientes traductores de los deseos y pensamientos más oscuros del objeto de su veneración” (Jorge Magos). Con Hitler, estuvieron presentes varios de sus leales hasta el 30 de abril de 1945, fecha en que se suicidó con Eva Braun, su recién desposaba. Sobresale dramáticamente el suicidio colectivo, al otro día, de Joseph Goebels, ministro de propaganda, Magda, esposa de este y sus seis hijos. Los demás fueron detenidos y juzgados en el juicio de Núremberg como Herman Goering, Heinrich Himmler, Alfred Rosenberg, Josef Mengele, y muchos más, mientras Rudolh Hess se ahorcaría en la prisión de Spandau, Alemania, en 1987.
El holocausto fue la persecución y sistemático asesinato de la población judía en Europa en el periodo de 1933 a 1945, coordinado y perpetrado por la Alemania nazi y sus aliados., desde antes de la “Solución final”. Ésta, a sugerencia del principal ideólogo del nazismo, Alfred Rosenberg, fue la última etapa del Holocausto y consistió en el asesinato masivo y deliberado de los judíos en Europa. Los nazis tenían planeado eliminar a 11 millones de ellos aunque solo lo hicieron con dos terceras partes. Bastaron 90 minutos para que 15 oficiales alemanes decidieran la “solución final a la cuestión judía”. En total murieron 40 millones de civiles y 20 millones de soldados.

En conclusión, la especie humana no debe olvidar hechos y personajes como los narrados. Las nuevas generaciones tienen que ser informadas una y otra vez para que la historia no se repita; ahora mismo también se vive en América Latina con tiranos enfermos de poder con el apoyo de sus fuerzas armadas. Defendamos nuestros derechos, la vida, la paz y la libertad.





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