SSA, una gran generación en salud pública
Ha concluido un ciclo más en las dependencias públicas del sector salud a nivel federal, en el IMSS, ISSSTE y en la Secretaría de Salud quien ostenta, esta última, por ley, la rectoría en materia de políticas y programas en esa materia. Me referiré, en particular a los movimientos de los más altos mandos en la Secretaría del ramo. A estas alturas, como se están dando las cosas en el cambio de servidores públicos en todas las dependencias que integran el famoso gabinete del presidente en turno, seguramente se han observado las consabidas sustituciones de los mandos superiores; unos, a los que por lo menos debieron darles las gracias por el desempeño de sus funciones, casi con certeza, me atrevo a decir, han encontrado un espacio dentro o fuera del país, en alguna empresa del sector privado, como es el caso de la Fundación Carlos Slim, cuyo Director General es el Dr. Roberto Tapia Conyer, quien a su vez desde el 2012 funge como Presidente del Patronato de los Centros de Integración Juvenil; también pudiera ser que ya han tenido cabida en el ámbito de la docencia e investigación en la Universidad Nacional Autónoma de México o en otra, en la propia Ciudad de México, o en las de mayor prestigio al interior del país; no sería raro que ya se hubieran comprometido con alguna universidad de los Estados Unidos de Norteamérica con el apoyo de salubristas mexicanos de elevado reconocimiento a nivel internacional, como es el caso de los Dres. Julio Frenk Mora y de Jaime Sepúlveda Amor, Presidente de la Universidad de Miami desde el 16 de agosto del 2015, y Director Ejecutivo del programa de Ciencias Globales de la Salud de la Universidad de California, San Francisco, USA, desde el 1º de septiembre del 2011, respectivamente. Nada remoto sería para alguno de ellos una posición en la OMS o en la OPS.
Los otros, los que acaban de estrenarse en los puestos de más elevada responsabilidad del país, entrarán en la etapa del conocimiento urgente y del consabido aprendizaje en sus respectivas áreas. Hasta el fin de la primera semana de diciembre, no existe información acerca de nombres y curriculum de los “nuevos”, por lo que quedará pendiente que yo externe algunos comentarios al respecto. Pero retorno a los que posiblemente dejaron el cargo a partir del 1º de diciembre, entre quienes se encuentran los doctores José Ramón Narro Robles, Pablo Kuri Morales, José Meljem Moctezuma, Manuel H. Ruiz de Chávez, Cuitláhuac Ruiz Matus, titulares de la Secretaría de Salud federal, Subsecretaría de promoción y Prevención de la Salud, Subsecretario de Integración y Desarrollo del Sector Salud, Comisionado Nacional de Bioética y Director General de Epidemiología, respectivamente, a quienes conozco desde hace varias décadas y con quienes he compartido en algún momento de mi vida, integrantes todos ellos de la Sociedad Mexicana de Salud Pública.
Puedo afirmar que desde la década de los años 90´s la vida les dio la oportunidad de establecer estrechos vínculos de trabajo, colaborar en equipo y casi al mismo tiempo forjar una amistad que con el tiempo se ha visto fortalecida, junto con Tapia Conyer, Sepúlveda Amor, Óscar Velásquez Monroy, ex Director General de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades (fallecido en diciembre del 2006), Cuauhtémoc Ruiz Matus (desde el 2003 Jefe de la Unidad de Inmunización de la Familia en la Organización Panamericana de la Salud, con sede en Washington, USA), Jesús Felipe González Roldán, Director General del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, Cuauhtémoc Mancha Moctezuma, Director de Programas Preventivos, Alejandro López Sámano, Director de Urgencias Epidemiológicas y Desastres y Miguel Betancourt Cravioto, Director de Soluciones Globales de la Fundación Carlos Slim, entre otros. Los nombrados, representan una generación de oro en la salud pública de México. Son una pléyade de salubristas que han contribuido con sus aportaciones al logro de mejores indicadores de salud de nuestro país y han sido columna vertebral de la Sociedad Mexicana de Salud Pública a la que no van a dejar donde quiere que se encuentren. Mi reconocimiento perenne a todos ellos.
Los otros, los que acaban de estrenarse en los puestos de más elevada responsabilidad del país, entrarán en la etapa del conocimiento urgente y del consabido aprendizaje en sus respectivas áreas. Hasta el fin de la primera semana de diciembre, no existe información acerca de nombres y curriculum de los “nuevos”, por lo que quedará pendiente que yo externe algunos comentarios al respecto. Pero retorno a los que posiblemente dejaron el cargo a partir del 1º de diciembre, entre quienes se encuentran los doctores José Ramón Narro Robles, Pablo Kuri Morales, José Meljem Moctezuma, Manuel H. Ruiz de Chávez, Cuitláhuac Ruiz Matus, titulares de la Secretaría de Salud federal, Subsecretaría de promoción y Prevención de la Salud, Subsecretario de Integración y Desarrollo del Sector Salud, Comisionado Nacional de Bioética y Director General de Epidemiología, respectivamente, a quienes conozco desde hace varias décadas y con quienes he compartido en algún momento de mi vida, integrantes todos ellos de la Sociedad Mexicana de Salud Pública.
Puedo afirmar que desde la década de los años 90´s la vida les dio la oportunidad de establecer estrechos vínculos de trabajo, colaborar en equipo y casi al mismo tiempo forjar una amistad que con el tiempo se ha visto fortalecida, junto con Tapia Conyer, Sepúlveda Amor, Óscar Velásquez Monroy, ex Director General de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades (fallecido en diciembre del 2006), Cuauhtémoc Ruiz Matus (desde el 2003 Jefe de la Unidad de Inmunización de la Familia en la Organización Panamericana de la Salud, con sede en Washington, USA), Jesús Felipe González Roldán, Director General del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, Cuauhtémoc Mancha Moctezuma, Director de Programas Preventivos, Alejandro López Sámano, Director de Urgencias Epidemiológicas y Desastres y Miguel Betancourt Cravioto, Director de Soluciones Globales de la Fundación Carlos Slim, entre otros. Los nombrados, representan una generación de oro en la salud pública de México. Son una pléyade de salubristas que han contribuido con sus aportaciones al logro de mejores indicadores de salud de nuestro país y han sido columna vertebral de la Sociedad Mexicana de Salud Pública a la que no van a dejar donde quiere que se encuentren. Mi reconocimiento perenne a todos ellos.
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