La mariguana, ¿Problema de salud pública?
El pasado 20 de junio Justín Trudeau, Primer Ministro de Canadá, anunció que la mariguana será legal en su país a partir del próximo 17 de octubre, pocas horas después de que el Parlamento canadiense aprobara el uso recreativo de dicho psicotrópico; expresó Trudeau que se cumple así con una de sus promesas de campaña electoral de “proteger a los jóvenes” y cancelar una de las vías de financiamiento del crimen organizado. Esa noticia despertó nuevamente en México la inquietud de quienes hace tiempo aprovechan cuanto foro se lleva a cabo en relación al tema de la despenalización de la mariguana, para volver a insistir en que el gobierno haga lo propio para dar ese paso y con ello se sume a las naciones que han legalizado el uso de la cannabis con fines recreativos y medicinales, como lo han hecho en nueve estados de la Unión Americana, en Uruguay y ahora en Canadá, en nuestro continente, los cuales se han unido al Reino Unido, Holanda, Suiza, España e Italia, entre otros países de Europa.
En México, en el año 2009 la Dirección General de los Centros de Integración Juvenil (CIJ), publicó el libro “La evidencia en contra de la legalización de la mariguana”, cuya fundadora y presidenta de la Comisión de Vigilancia, Kena Moreno, coordinó dicha obra, misma que fue presentada en el Paraninfo de la Universidad Autónoma “Benito Juárez”. El extinto Dr. Jesús Kumate Rodríguez, en ese entonces Presidente Honorario Vitalicio del Patronato Nacional de los CIJ, presenta magistralmente esa obra, muy completa, por cierto. En su breve análisis destaca el panorama epidemiológico de las adicciones y particularmente del consumo de la mariguana en nuestro país entre el 2002 y el 2008, de acuerdo a resultados de la Encuesta Nacional correspondiente; en ese momento la mariguana ocupaba el tercer lugar como droga de inicio, después del alcohol y el tabaco y era la principal droga de impacto en los grupos de edad de menos de 14 años y en el de 15 a 19 años, situación que no se ha modificado como se observa en la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODET) 2016-2017. Según esta última, la mariguana ocupó el tercer lugar como droga de inicio, después del alcohol y el tabaco, es la principal droga de impacto en los grupos de edad de menos de 14 años y en el de 15 a 19 años. Consigna, además, que los servicios de urgencias hospitalarias del país informaron que el 3.9% de los pacientes recibió atención bajo el efecto de una droga, la que en el 67.8% de los casos fue el alcohol, seguida por la mariguana con 9.7%. Así mismo, reporta que las Unidades de Especialidades Médicas-Centros de Atención Primaria en Adicciones (UNEME-CAPA), atendieron a casi 18 mil personas, cuya droga de impacto fue la mariguana, con predominio del sexo masculino (80.3%). De acuerdo a los informes de los CIJ, el consumo de mariguana alguna vez en la vida es mayor al del alcohol y el tabaco en los pacientes que solicitan tratamiento en sus unidades de atención.
Expresa el Dr. Kumate que “la evidencia científica muestra que la mariguana es considerada como la puerta de entrada al consumo de otras sustancias, particularmente de metanfetaminas, cocaína y heroína y muchos jóvenes la perciben como una sustancia poco o nada peligrosa, por lo que es alto el riesgo de que inicien o mantengan su consumo. Por otra parte, está científicamente comprobada la relación que existe entre su consumo y la aparición de problemas y padecimientos de salud mental, con repercusiones biológicas y psicosociales, sobre todo cuando el consumo de mariguana se presenta a edades tempranas o cuando se utiliza de manera frecuente”. La Lic. Lic. Carmen Fernández Cáceres, Directora General de los CIJ, comenta en su introducción al libro de referencia que “fumar mariguana se relaciona con síntomas de obstrucción respiratoria, tumores y cáncer de boca, lengua y pulmón; alteraciones permanentes en la memoria y el rendimiento psicomotor. Además, puede causar fetotoxicidad e inducir leucemia en hijos de madres fumadoras e incrementar la susceptibilidad a padecer enfermedades infecciosas, cáncer y VIH”. Por la importancia del tema continuaremos la próxima semana con la segunda parte.
En México, en el año 2009 la Dirección General de los Centros de Integración Juvenil (CIJ), publicó el libro “La evidencia en contra de la legalización de la mariguana”, cuya fundadora y presidenta de la Comisión de Vigilancia, Kena Moreno, coordinó dicha obra, misma que fue presentada en el Paraninfo de la Universidad Autónoma “Benito Juárez”. El extinto Dr. Jesús Kumate Rodríguez, en ese entonces Presidente Honorario Vitalicio del Patronato Nacional de los CIJ, presenta magistralmente esa obra, muy completa, por cierto. En su breve análisis destaca el panorama epidemiológico de las adicciones y particularmente del consumo de la mariguana en nuestro país entre el 2002 y el 2008, de acuerdo a resultados de la Encuesta Nacional correspondiente; en ese momento la mariguana ocupaba el tercer lugar como droga de inicio, después del alcohol y el tabaco y era la principal droga de impacto en los grupos de edad de menos de 14 años y en el de 15 a 19 años, situación que no se ha modificado como se observa en la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODET) 2016-2017. Según esta última, la mariguana ocupó el tercer lugar como droga de inicio, después del alcohol y el tabaco, es la principal droga de impacto en los grupos de edad de menos de 14 años y en el de 15 a 19 años. Consigna, además, que los servicios de urgencias hospitalarias del país informaron que el 3.9% de los pacientes recibió atención bajo el efecto de una droga, la que en el 67.8% de los casos fue el alcohol, seguida por la mariguana con 9.7%. Así mismo, reporta que las Unidades de Especialidades Médicas-Centros de Atención Primaria en Adicciones (UNEME-CAPA), atendieron a casi 18 mil personas, cuya droga de impacto fue la mariguana, con predominio del sexo masculino (80.3%). De acuerdo a los informes de los CIJ, el consumo de mariguana alguna vez en la vida es mayor al del alcohol y el tabaco en los pacientes que solicitan tratamiento en sus unidades de atención.
Expresa el Dr. Kumate que “la evidencia científica muestra que la mariguana es considerada como la puerta de entrada al consumo de otras sustancias, particularmente de metanfetaminas, cocaína y heroína y muchos jóvenes la perciben como una sustancia poco o nada peligrosa, por lo que es alto el riesgo de que inicien o mantengan su consumo. Por otra parte, está científicamente comprobada la relación que existe entre su consumo y la aparición de problemas y padecimientos de salud mental, con repercusiones biológicas y psicosociales, sobre todo cuando el consumo de mariguana se presenta a edades tempranas o cuando se utiliza de manera frecuente”. La Lic. Lic. Carmen Fernández Cáceres, Directora General de los CIJ, comenta en su introducción al libro de referencia que “fumar mariguana se relaciona con síntomas de obstrucción respiratoria, tumores y cáncer de boca, lengua y pulmón; alteraciones permanentes en la memoria y el rendimiento psicomotor. Además, puede causar fetotoxicidad e inducir leucemia en hijos de madres fumadoras e incrementar la susceptibilidad a padecer enfermedades infecciosas, cáncer y VIH”. Por la importancia del tema continuaremos la próxima semana con la segunda parte.
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