Salud, en el tercer debate
En el ya inminente tercer y último debate entre los cuatro aspirantes a la presidencia de la República, cuya sede será el Gran Museo del Mundo Maya en la Ciudad de Mérida, Yuc., son tres los grandes temas que serán objeto de discusión, análisis y propuestas: I. Pobreza y desigualdad; II. Educación, Salud y otros servicios y III. Política económica y empleo. En esta ocasión se incorporarán preguntas del público previamente seleccionadas, que versarán sobre los siguientes subtemas: 1. Economía; 2. Pobreza; 3. Educación; 4. Tecnología; 5. Salud: 6. Sustentable y 7. Cambio climático. Naturalmente que todos los temas y subtemas son trascendentes, pero me interesa, como es obvio, el que se refiere a salud, uno de los asuntos pendientes de resolver por la actual administración del gobierno federal y de las entidades federativas, porque luego de casi seis años las perspectivas no son muy halagüeñas que digamos, como se puede constatar con el último Informe sobre la salud en México de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, OCDE, organismo internacional del que México forma parte y que está integrado por 35 países miembros, de los cuales, cabe destacar, únicamente Chile y nuestro país, son los únicos estados miembros de Latinoamérica.
En varios de mis artículos publicados en Noticias, he insistido en el resultado de los informes anuales de la OCDE, que en síntesis nos revelan lo mal que estamos en materia de salud en comparación con la mayor parte de los países miembros de ese organismo fundado en 1961; por cierto, un mexicano destacado, el Licenciado en Economía, José Ángel Gurría Treviño, lo preside desde el 2006, como Secretario General. Las conclusiones de la OCDE coinciden con lo expresado por el Dr. Malaquías López Cervantes, Jefe del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM en el 2015, y con una amplísima y reconocida trayectoria internacional, quien hizo algunos señalamientos puntuales durante la conferencia que ofreció en noviembre de ese año, en el marco de la Reunión Anual de la Sociedad Mexicana de Salud Pública, celebrada en la Ciudad de Monterrey. Su tema se denominó: “La transformación de la salud en México. Los grandes cambios y la necesidad de una amplia perspectiva para la Medicina y la Salud Pública”. Rescato lo más relevante de su intervención.
En primer lugar, los beneficios del Régimen de Protección Social en Salud, REPSS, más conocido como Seguro Popular, han sido limitados, ha prevalecido un esquema de atención tardía, sobre todo de tipo hospitalario y se perdió de vista la necesidad de establecer un modelo de atención primaria a la salud. Por otra parte, en su conjunto, el llamado Sistema Nacional de Salud sigue siendo segmentado, desarticulado e ineficiente. Además, nos encontramos inmersos en un proceso de transformación de la salud, íntimamente relacionado con el advenimiento de una nueva estructura demográfica, en la tesis de que la población habrá dejado de crecer alrededor del año 2050. Así mismo, es indispensable establecer una cultura nacional en materia de salud. Es vital el rediseño del mencionado Sistema y formar recursos humanos acordes a las necesidades previsibles <vinculación que hasta ahora es sumamente deficiente entre los sectores público y privado de la salud con las universidades formadoras de los recursos humanos del área blanca>. Y formular y ejecutar las políticas y programas pertinentes en un marco de cambio gradual, para crear un Sistema de Salud Universal y financiado con recursos públicos.
Dicho Sistema debe garantizar que todos los mexicanos recibamos un servicio integral, sin distinción alguna y gratuito. El modelo deberá estar basado en la prevención y no en la atención hospitalaria. La atención primaria es hoy más necesaria que nunca y es menos costosa. En resumen, señaló el Dr. López Cervantes, necesitamos un “Sistema de salud por y para la gente”, que sea efectivo y de calidad, que evite el desperdicio de recursos. Veremos qué tanto están informados y asesorados en este tema, los cuatro que van a debatir el 12 de junio y qué tanto podemos esperar del que llegue a la presidencia.
En varios de mis artículos publicados en Noticias, he insistido en el resultado de los informes anuales de la OCDE, que en síntesis nos revelan lo mal que estamos en materia de salud en comparación con la mayor parte de los países miembros de ese organismo fundado en 1961; por cierto, un mexicano destacado, el Licenciado en Economía, José Ángel Gurría Treviño, lo preside desde el 2006, como Secretario General. Las conclusiones de la OCDE coinciden con lo expresado por el Dr. Malaquías López Cervantes, Jefe del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM en el 2015, y con una amplísima y reconocida trayectoria internacional, quien hizo algunos señalamientos puntuales durante la conferencia que ofreció en noviembre de ese año, en el marco de la Reunión Anual de la Sociedad Mexicana de Salud Pública, celebrada en la Ciudad de Monterrey. Su tema se denominó: “La transformación de la salud en México. Los grandes cambios y la necesidad de una amplia perspectiva para la Medicina y la Salud Pública”. Rescato lo más relevante de su intervención.
En primer lugar, los beneficios del Régimen de Protección Social en Salud, REPSS, más conocido como Seguro Popular, han sido limitados, ha prevalecido un esquema de atención tardía, sobre todo de tipo hospitalario y se perdió de vista la necesidad de establecer un modelo de atención primaria a la salud. Por otra parte, en su conjunto, el llamado Sistema Nacional de Salud sigue siendo segmentado, desarticulado e ineficiente. Además, nos encontramos inmersos en un proceso de transformación de la salud, íntimamente relacionado con el advenimiento de una nueva estructura demográfica, en la tesis de que la población habrá dejado de crecer alrededor del año 2050. Así mismo, es indispensable establecer una cultura nacional en materia de salud. Es vital el rediseño del mencionado Sistema y formar recursos humanos acordes a las necesidades previsibles <vinculación que hasta ahora es sumamente deficiente entre los sectores público y privado de la salud con las universidades formadoras de los recursos humanos del área blanca>. Y formular y ejecutar las políticas y programas pertinentes en un marco de cambio gradual, para crear un Sistema de Salud Universal y financiado con recursos públicos.
Dicho Sistema debe garantizar que todos los mexicanos recibamos un servicio integral, sin distinción alguna y gratuito. El modelo deberá estar basado en la prevención y no en la atención hospitalaria. La atención primaria es hoy más necesaria que nunca y es menos costosa. En resumen, señaló el Dr. López Cervantes, necesitamos un “Sistema de salud por y para la gente”, que sea efectivo y de calidad, que evite el desperdicio de recursos. Veremos qué tanto están informados y asesorados en este tema, los cuatro que van a debatir el 12 de junio y qué tanto podemos esperar del que llegue a la presidencia.
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